Salario bruto y salario neto

Los conceptos de salario bruto y salario neto son de gran importancia, no solo para saber lo que vas a cobrar al mes, sino también para entender cómo está estructurada tu nómina.

Antes de nada veremos qué entra dentro del salario y qué no.

¿Cómo está estructurado el salario?

El salario se estructura en la negociación colectiva, es decir, en los convenios. Sin embargo, si tuvieses que negociar directamente con la persona empleadora, deberías tener claros estos conceptos.

Salario base: es la parte del salario por el tiempo de trabajo. En los convenios colectivos aparece la cantidad que le corresponde a cada categoría.

Además del salario base, también pueden percibirse distintos complementos:
Complementos personales: por conocimientos especiales (idiomas, por ejemplo)
Antigüedad
Complementos según el puesto de trabajo: penosidad, trabajo a turnos o nocturno, toxicidad, peligrosidad…

• Horas extra: en los convenios aparece cuál es el valor de las horas extra; no obstante, nunca podrá ser menor que el valor de la hora de trabajo ordinaria. Hay que tener en cuenta que las horas extra pueden abonarse con horas de descanso.

Pagas extra: pagas extra de verano y de invierno (pueden percibirse prorrateadas con las pagas mensuales) o también pueden ser participaciones en los beneficios. Algunos convenios, aunque cada vez menos, comprenden estas 15 pagas (dos pagas extra más una “paga beneficios”).

• Por último, también hay que mencionar el salario que se percibe en especie. Éstos son los bienes de la empresa que se utilizan para uso particular. Por ejemplo, tickets de comida, plus de trasporte, servicio de guardería… El salario que se perciba en especie no puede ser mayor que el 30% de todo el salario.

Sin embargo, las compensaciones que se dan a las trabajadoras o trabajadores no se consideran salario, es decir, el dinero que se recibe para comprar la ropa de trabajo o las dietas. Asimismo, las indemnizaciones que pueden percibirse por despido o por cambio de lugar de trabajo no son salario (menos los salarios de tramitación).

¿Qué es el salario bruto?

En dos palabras, el salario bruto es la totalidad de lo que percibimos, incluidas deducciones y cotizaciones.

Es decir, se trata de todo el dinero que la empresa o la persona empleadora nos paga en la nómina, aunque no vayamos a cobrar todo ese dinero. De ahí hay que descontar las deducciones al IRPF y las cotizaciones a la Seguridad Social. El salario bruto te aparece en la nómina, concepto a concepto, en la parte de “devengos” y, en su totalidad, en “total devengado”. Asimismo, todo lo que nos retienen aparecerá en los apartados “deducciones” y “total a deducir”.

Esto tienes que tenerlo en cuenta si en una oferta de trabajo te hablan del salario bruto que vas a percibir, porque ese dinero no es el que te vas a llevar realmente a casa.

¿Qué es el salario neto?

El salario neto es, en resumidas cuentas, el dinero que vamos a ganar, una vez descontadas las deducciones al IRPF y las cotizaciones a la Seguridad Social.

Para saber cuánto se cotiza a la Seguridad Social, hay que ver si tu contrato de temporal o indefinido, ya que, según el tipo de contrato, se cotizan distintos porcentajes: si tines un contrato temporal, cotizarás a la Seguridad Social el 6,4% de tu salario bruto; si se trata de un contrato indefinido, será el 6,35%. Imaginemos que cobras 1.000 euros brutos, si tienes un contrato temporal, 64 euros irían a la Seguridad Social y, con un contrato indefinido, 63,5 euros.

Por otra parte tenemos las deducciones del IRPF, es decir, del impuesto a la renta de las personas físicas. Este no es un porcentaje fijo, sino que varía según cuáles sean tus ingresos y tu situación personal (por ejemplo, si tienes hijas o hijos).

Tanto en la CAV como en Navarra este impuesto lo gestionan las Haciendas Forales y, por tanto, las escalas no son las mismas que las estatales. Aquí puedes consultar cuáles son los tramos para cada Hacienda:

ARABA
BIZKAIA
GIPUZKOA
NAFARROA

Por tanto, ya vemos que se nos deduce un porcentaje de la nómina misma. Sin embargo, si este porcentaje es menor a lo que deberíamos pagar, cuando hagamos la declaración de la renta, tendremos que pagar la diferencia. Por tanto, ten cuidado si la empresa te quita un porcentaje muy bajo de la nómina, porque puedes llevarte un susto cuando hagas la declaración. La empresa está obligada a deducirte el porcentaje que te corresponde, pero míralo bien por si acaso. Además, aunque cobres muy poco, si tienes dos pagadores tienes la obligación de hacer la declaración de la renta y, si uno de estos contratos fuese de duración menor a un año, puede ser que la retención que te apliquen sea la mínima (es decir, un 2%). En estos casos es muy posible que en la declaración de la renta te salga a pagar.