Se trata de uno de los grados más altos de incapacidad permanente.
Cuando se nos reconoce una incapacidad permanente absoluta, esto significa que no podemos realizar ninguna actividad laboral, es decir, que hemos perdido la capacidad para trabajar, sea cual sea la actividad y, por tanto, tendremos derecho a percibir una pensión que compense este hecho.
Éstas son, resumidamente, las claves de la incapacidad permanente absoluta:
- La trabajadora o trabajador se encuentra incapacitado para cualquier actividad laboral. Es decir, si te reconocen una incapacidad absoluta, no podrías trabajar.
- Se reconoce por parte del Instituto de la Seguridad Social (INSS), por medio del equipo de valoración de incapacidades. Las lesiones o patología de la trabajadora o trabajador deben suponer la suficiente gravedad como para incapacitar completamente para la actividad laboral.
- Por incapacidad permanente absoluta se percibe una pensión que suele ser del 100% de la base reguladora. No obstante, las cuantías pueden ser mayores o menores en función de distintos factores.