Se trata del grado más alto de entre las incapacidades permanentes. En esta situación, la trabajadora o trabajador se encuentra incapacitado para desarrollar cualquier actividad laboral, igual que sucede con la incapacidad absoluta, pero, además de esto, debe necesitar la ayuda de una tercera persona para realizar las actividades cotidianas, tales como levantarse, vestirse, moverse… […]