Incapacidad y discapacidad no son lo mismo. Cada situación conlleva unna serie de derechos o “compensaciones”.

Así, si se te reconoce ua incapacidad permanente, tendrás derecho, entre otros, a percibir una pensión; por otra parte, según el grado de discapacidad podrás tener acceso a distintos derechos y beneficios, tales como subvenciones, descuentos, ayudas, prestaciones, etc. Por lo general, suele ser necesario acreditar un grado mínimo del 33% para beneficiarse de ello.

Hasta muy recientemente, cuando a una persona se le reconocía una incapacidad permanente, también solía homologarsele esta situación con un grado de discapacidad del 33%, a todos los efectos. Sin embargo, esto ha cambiado desde el 2020.

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