Las empresas, en muchas ocasiones, intentan engañar a la trabajadora o trabajador en los procesos de despido. Dichas trampas pueden llegar a constituir incluso un delito, pero ya sabemos que hay quien piensa que tiene todo permitido. Lo que buscan, por supuesto, es pagar menos de lo que les corresponde, para lo que utilizan diferentes engaños, con el objetivo de que se nos pase el plazo para impugnar el despido o para evitar cualquier tipo de reclamación.

Encontraréis de todo: fechas falsas, para que se nos pasen los plazos; amenazas con que no podremos pedir la prestación de desempleo; indemnizaciones y finiquitos mal calculados; promesas de nuevas contrataciones; listas negras y supuestos antecedentes…

Además de explicar y desmentir todo esto, también os damos diversos consejos, para encarar la situación con más tranquilidad.