El IRPF o impuesto sobre la renta

El IRPF o Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, como bien dice su nombre, grava la renta de las personas, es decir, los ingresos que hemos tenido en un año. ¡Atención! grava a las personas físicas, pero no a las empresas. El sistema fiscal que se aplica a las empresas, con el impuesto de sociedades como eje, recauda en unos porcentajes mucho menores y, además, las administraciones no hacen más que seguir bajando la presión fiscal que les correspondería.

Aunque esta renta comprende también réditos por bienes muebles e inmuebles (como, por ejemplo, ingresos por dividendos o por alquileres), grava sobre todo los rendimientos del trabajo, sea el salario, sea la pensión. Hay que decir, además, que los ingresos de ahorro o de capital tributan en un porcentaje menor que los ingresos del trabajo.

En resumidas cuentas, el impuesto sobre la renta es, casi en su totalidad, un impuesto que descansa sobre los ingresos del trabajo.

Por otra parte, todo el sistema fiscal se financia, prioritariamente, a través del IRPF, es decir, lo financiamos, sobre todo, trabajadoras y trabajadores: en Hegoalde, las empresas no aportan más que aproximadamente el 8%, por medio del impuesto de sociedades; las trabajadoras y trabajadores, por el contrario, pagamos más del 37%, mediante nuestras declaraciones de la renta.

La cantidad que se recauda con el IVA (sobre el 38%) es bastante similar a la cantidad que se recauda con el IRPF, pero tenemos que recordar que los impuestos sobre el consumo castigan a aquellas familias que tienen menores ingresos (pagamos el mismo IVA tú, yo y Amancio Ortega). Por eso es completamente regresivo, porque, en lugar de ayudar a disminuir las diferencias, aumenta las desigualdades en la redistribución de la renta.

Así, de cada 100 euros que recaudan las haciendas forales, las trabajadoras y trabajadores pagamos casi 75 mediante el IRPF y el IVA; las empresas, por el contrario, solo 8 euros por medio del impuesto de sociedades, en unos momentos en que muchas empresas están teniendo beneficios históricos. El resto se recauda principalmente por medio de los impuestos especiales: gasolina, electricidad, tabaco, alcohol… también en este caso se grava el consumo y pagamos impuestos en la misma medida, sean cuales sean nuestros ingresos.

Tienes mucho más y mejor explicado sobre el sistema fiscal en los siguientes informes:

¿En qué porcentaje se tributa en el IRPF?

Se tributa según una escala, según la cual quienes tienen mayores ingresos deben aportar más. Por eso se dice que el impuesto del IRPF es un impuesto progresivo (aunque, reforma tras reforma, ha ido perdiendo dicha progresividad).

Para ello se establecen distintos tramos de ingresos, a cada uno de ellos le corresponde un porcentaje de gravamen concreto, cada vez más alto: al primer tramo un porcentaje, a partir de ese tramo, es decir, a cada euro que lo sobrepase un porcentaje más alto y así hasta llegar a tramo mayor.

Hace un par de años algunos youtubers montaron una buena escandalera. Con el único objetivo de no pagar impuestos, se mudaron a Andorra (en Andorra, en concepto de IRPF se paga, como máximo un 10%, pero, claro, tampoco hay prestación contributiva por desempleo, ni sanidad pública, ni nada) y, para intentar tapar su fraude, codicia y falta de solidaridad, se dedicaron a difundir un discurso lleno de falsedades. No es cierto que Hacienda se quede con la mitad de lo que ganan. Hay que decir, además, que la presión fiscal, tanto a nivel estatal, como en Hego Euskal Herria, está muy por debajo, si la comparamos con el resto de países de Europa (más adelante tenéis un cuadro sobre ello).

Como acabamos de decir, el IRPF funciona por tramos, pero veamos más claro cómo es esto, utilizando la explicación de la usuaria de twitter @contextosin.

Como dice esta tuittera…

              “Imagina que te pagaran el sueldo en helados. ¿Cuánto se llevaría hacienda? Pues depende del número de bolas.
            La primera la deja toda para ti, a la segunda le da un mordisquito, a la tercera un poco más, a la cuarta un mordisco más grande…
            ¿Y cuando se dice que hay un tramo de IRPF que es el 45% quiere decir que te están quitando casi la mitad de lo que ganas? NO. Quiere decir que te quitan el 45% SOLAMENTE de la última bola del helado”.

PFEZ izozkiekin

Elocuente y fácil de entender. Eso sí, ten en cuenta que esta tuitera está explicando el IRPF que se aplica en España y, además, correspondiente al año 2019. Como veremos a continuación, en las cuatro provincias de Hegoalde contamos con un régimen propio y se nos aplican otros porcentajes.

Un régimen fiscal propio en Hego Euskal Herria

Como hemos dicho, tanto en la CAV como en Nafarroa contamos con un régimen fiscal propio. Las haciendas forales de los cuatro territorios históricos de Hegoalde tienen la capacidad de gestionar, recaudar y controlar la mayoría de los impuestos del Estado (prácticamente todos hoy en día) y, por tanto, esto quiere decir que también contamos con la capacidad de establecer una ficalidad más justa en nuestro territorio. Sin embargo, por el contrario, lo que tenemos es una presión fiscal más que baja: de todo Europa quedan por detrás países como Lituania, Bulgaria, Rumanía… Algo completamente normal, ya que, como ya hemos visto, lo que se ha decidido con esta capacidad propia ha sido que las empresas y el capital no paguen apenas impuestos.

Aunque a nivel estatal se utilicen unos tramos concretos del IRPF, como hemos visto en el anterior dibujo de los helados, en las cuatro provincias de Hegoalde se aplican otros, por el régimen propio que ya hemos comentado:

Estas tablas lo que gravan son los ingresos del trabajo, pero, como ya sabemos, el IRPF también grava otros ingresos. Así, desde el año 2007 se convirtió en un impuesto dual: los ingresos del ahorro o de capital, por una parte, y por otra, los ingresos del trabajo. De cualquier manera, también dentro del impuesto de la renta los ingresos de capital tributan menos que los del trabajo (el capital se grava entre %20 y %26 solamente).

¿Qué son las retenciones del IRPF?

Hasta el momento hemos visto cuántos impuestos debemos pagar por nuestra renta. Y ya sabemos que para eso tenemos que hacer la declaración una vez al año. Sin embargo, cuando hacemos la declaración de la renta no pagamos de un golpe todos los impuestos que nos corresponden, ya que durante el año hemos ido pagando una aproximación de lo que nos toca.

Así, las retenciones del IRPF, por decirlo de alguna manera, son una especie de adelantos que le hacemos a Hacienda según percibimos nuestros ingresos que, posteriormente, deben cuadrarse cuando hacemos la declaración. Muchas veces nos han hecho más retenciones de las que nos corresponden y, cuando hacemos la declaración, Hacienda tiene que devolvernos cierta cantidad; otras veces, nos han retenido menos de lo que deberían, por eso, cuando hacemos la declaración, nos sale a pagar.

En el caso de las trabajadoras y trabajadores por cuenta ajena, estas retenciones se aplican sobre la nómina y, en el caso de autónomas y autónomos, sobre las facturas.

Las retenciones del IRPF también serán mayores o menores según sean nuestros ingresos. Además de ello, también se tiene en cuenta el número de hijas e hijos que tengamos y si tenemos algún grado de discapacidad.

Aquí tenéis las tablas de retenciones para el ejercicio del 2023:

⇒ A las trabajadoras y trabajadores con algún grado de discapacidad se les aplica la tabla general, pero hay que reducir el porcentaje que les corresponda según los puntos que se establecen en la segunda tabla. Es decir, imaginemos que una trabajadora de la CAV percibe 26.000 euros y que no tiene hijas ni hijos: según la tabla general le correspondería una retención del 13%, pero como esta trabajadora tiene un grado de discapacidad del 33%, al porcentaje de retención del 13% hay que restarle 7 puntos. Por tanto, a esta trabajadora se le aplicaría una retención del 6% y no del 13%.

 

Por último, si queréis ver más claro cómo se calculan las retenciones, en la página de la Hacienda de Gipuzkoa tenéis un par de ejemplos: